¿Micropigmentación o microblading?

¿Micropigmentación o microblading? ¿Cuál sería la técnica más adecuada para cada persona? La micropigmentación y el microblading son dos técnicas de maquillaje permanente de cejas con una larga trayectoria a sus espaldas. Son métodos de pigmentación que han ido avanzando con el paso de los años y que actualmente se encuentran en auge gracias a la depuración en la técnica y los resultados tan naturales que proporcionan.

Pero, ¿qué técnica elegir en función de nuestro tipo de cejas, cabello o piel? A continuación os planteamos las claves para determinar el método adecuado en cada caso.

El concepto de micropigmentación se ha quedado un poco obsoleto en los últimos años, de forma proporcional al fuerte crecimiento en la demanda de tratamientos de microblading. Ello se ha visto propiciado porque aún se relaciona la micropigmentación de cejas con la antigua técnica de cejas tatuadas y compactas que no resultaban especialmente estéticas. Sin embargo, desde hace 15 o 20 años, un grupo de profesionales entre los que se encuentra Mar Díaz, comenzó a trabajar y desarrollar esta técnica hasta conseguir realizar el efecto pelo a pelo.

Con el tiempo la técnica ha sido depurada y perfeccionada, las herramientas y el material utilizado han mejorado considerablemente y el abanico de agujas nos presenta opciones mucho más precisas que permiten crear pelos más estéticos y con una mayor sensación de movimiento y flexibilidad.

En cuanto al microblading, se trata de una técnica cuyo resultado es muy natural pero, para poder conseguirlo, es imprescindible la destreza del profesional. El pigmento se introduce en la ceja con una herramienta llamada tebori, una especie de bisturí con una lámina formada por microagujas en la punta y que permite realizar pelos muy finos y similares al vello natural. Sin embargo, no solo influye la herramienta en sí, sino también el pulso del profesional y la técnica que utilice. Por ello, es común encontrarnos con trabajos que son muy bonitos recién finalizados pero, al cabo de dos o tres semanas, el pelo no queda tan definido y está más sombreado.

En el caso de la micropigmentación, si trabajamos con la aguja adecuada no se producirá esa variación en el resultado porque el pelo pigmentado que conseguimos es mucho más estable.

Por otro lado, cada técnica tiene sus aplicaciones en función del tipo de piel. El microblading es mejor para las pieles más jóvenes o más grasas, mientras que la micropigmentación es más aconsejable para pieles sensibles, finas o que puedan sangrar con más facilidad.

En cuanto a la duración, también es un aspecto que varía en función del tratamiento: en el caso del microblading es de entre 10 y 12 meses aproximadamente. A menudo se trata de una técnica de introducción para muchas personas porque les ayuda a verse con un tipo de cejas o un diseño diferente. Por el contrario, la duración de la micropigmentación es de aproximadamente 1 año y medio o 1 año y 8 meses.

Además, el espacio de tiempo que hay que dejar entre la sesión inicial de microblading y la revisión o repaso debe ser mayor que la que empleamos en micropigmentación. Si en micropigmentación dejamos 21-25 días, en microblading alargaremos ese periodo al menos entre 30-45 días. El proceso de cicatrización es más lento en microblading que en micropigmentación.

Lo importante, tanto en micropigmentación como en microblading, es escoger un profesional cualificado, asegurarnos de su formación, sus acreditaciones, su trayectoria y su metodología de trabajo. También es indispensable tener en cuenta una serie de cuidados posteriores para garantizar la máxima consolidación del pigmento, sea cual sea la técnica que hayamos elegido.

Si deseas ponerte en nuestras manos para ayudarte a elegir qué técnica es más apropiada para ti ponte en contacto con nosotros a través del teléfono 915 280 029 o envía un Whatsapp al 615 990 137 y los especialistas del Centro de Micropigmentación Mar Díaz te aconsejarán con el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades.