Ser emprendedora no es nada fácil y quien diga lo contrario miente. Si además eres mujer con hijos a tu cargo y sin experiencia en el mundo empresarial el camino se hace más difícil todavía. Lo positivo es que a pesar de esos aspectos, que pueden parecer impedimentos al final se puede conseguir.
Yo llegue a la Micropigmentación de forma casual, como a otras muchas cosas en mi vida. Trabajaba en Antena 3 TV gestionando maquillaje, peluquería y estilismo en un plató y era una profesional inquieta siempre a la búsqueda de nuevas oportunidades. Un día y de forma casual llegue a tener conocimiento de que existía una técnica para pigmentar las cejas en aquellas personas que no tenían pelo o que lo tenían muy pobre. Era lo que se conocería como maquillaje permanente.
La herramienta para maquillaje permanente que entonces se utilizaba era muy rudimentaria un palito de un material similar al bambú en el que se introducía una aguja, con esa aguja y con unos determinados movimientos se introducía una tinta, antes se llamaba así al pigmento, con un color similar al cabello de la persona.
La idea era buena, dar solución a un problema estético de una forma más o menos definitiva en el tiempo; el problema estaba en que la herramienta era poco sofisticada, con un sistema un poco rudimentario. El profesional debía tener muy buen pulso y ser muy preciso en la introducción del pigmento en la ceja para que el resultado fuera lo más regular posible.
Otro problemilla eran los pigmentos, los colores no eran demasiado naturales y además con el paso del tiempo el tono se modificaba, aún a fecha de hoy y hace casi 25 años seguimos encontrando restos de esos pigmentos en algunos pacientes. Cejas rosadas, anaranjadas o grisáceas.
Yo no encontraba ninguna manera en España de aprender algo más sobre esta técnica que me parecía muy interesante y que podía aportar muchas ventajas a la estética de muchas mujeres. Investigando encontré una empresa americana y allí que me fui, a USA sin mucho conocimiento de inglés, pero con muchas ganas de aprender algo nuevo.
Os seguiré contando el universo en torno a la Micropigmentación que descubrí en Estados Unidos en el año 1992.
¡Que tengáis una buena semana¡
Mar Díaz
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